Scarlett Johansson y la representante del quinto distrito del Congreso de Connecticut, Jahana Hayes, tuvieron una reunión vía Zoom este jueves por la tarde con el objetivo de promover el voto femenino a favor del candidato demócrata Joe Biden.
Entre otros temas, la actriz y la política hablaron de la seguridad de los niños ahora que están por regresar físicamente a la escuela en un momento en el que el riesgo de contraer coronavirus aún es muy alto en Estados Unidos (y en el resto del mundo).
En esas estaban cuando Scarlett Johansson compartió, como nunca antes lo había hecho, información de su vida privada.
La protagonista de Black Widow contó, por ejemplo, que durante la pandemia no le ha ido tan bien con Rose, su única hija, producto de su relación con el curador de arte francés Romain Dauriac.
“Rose tiene seis años y va a entrar a primero (de primaria) este año y debo decir que tengo el mismo sentimiento que la congresista Hayes: también me preocupa la seguridad de mi hija y la seguridad de mi familia”.
Scarlett Johansson reconoció que al igual que la mayoría de los padres tiene un dilema, pues no sabe qué tan bueno es permitir que la niña acuda a la escuela, fomentando así su salud mental y su desarrollo, lo que a la vez podría poner en riesgo de contagio no sólo a Rose sino a toda su familia.
“Creo que como muchos padres, me debato entre dos cosas: por una parte hablé con el pediatra de mi hija y me dijo que lo más importante para los niños pequeños, que están entre primero y tercero de primaria, es la socialización. Es tan importante para su salud mental, para la forma en que socializarán, cómo crecen, cómo se convierten en miembros de la sociedad.
“Y ahora estamos casi forzados a decidir qué es más importante, si su salud mental, su desarrollo o su salud física. Qué es más importante para tus hijos: que acudan físicamente a la escuela y tengan la tan necesaria interacción con otros niños, pero a la vez pones su salud en riesgo, la salud de tu familia”.
Scarlett Johansson reconoció que para ella ha sido muy difícil combinar sus propias actividades con las de su hija.
“Personalmente, hay miembros de mi familia que están en riesgo y estoy pensando que (si Rose va a al escuela) no voy a poder ver a mi mamá o a otros miembros de mi familia. Es devastador que a los padres se les pida que lidien con esto.
“Emocionalmente es agotador que encima de estar asustado por cómo va a resultar este año, tengas que batallar con esta educación online, cómo combinan esto los papás que trabajan. Ha sido muy difícil para todos”, aceptó.
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